martes, 26 de octubre de 2010

Vuelve Gran Hermano

Vuelve Mercedes Milá con sus ácidos comentarios y sus llamativos modelitos. Vuelven los resúmenes nocturnos. Vuelve la casa 24 horas. ¡¡Vuelve Gran hermano!!

Muchos pensaréis que estoy loca por seguir este programa, que en la 12ª edición ya todos los concursantes saben qué papel deben hacer. Y yo no lo niego. Pero qué queréis que os diga, cada año me engancho. Alguna vez he dicho: "ya está, este año no lo veo". Pero al final acabé cayendo, así que para que luchar contra lo obvio: soy adicta a la "telebasura".

Este año no me gusta nada el cásting que han hecho. La mitad de los chicos son musculitos ciclados de gimnasio que van de modelos internacionales y sólo han desfilado en Carrefour. Y la otra mitad son los freakys de España: un tío que se cuelga la Game Boy como colgante, un indio charlatán, un ex-seminarista adicto a la copla... En fin, lo mejor de cada casa.

Por su parte el cásting de chicas no es mucho mejor. Este año han reunido a todas las chonis poligoneras que los de Mujeres Hombres y Viceversa no quisieron contratar. En la casa de Gran Hermano este año se lleva el "peliteñidismo", las melenas hasta el culo y la ropa cuanto más escueta mejor. Los chicos estarán frotándose las manos con esta descripción, si por lo menos fueran guapas...

En fin, que por mi parte salvo a Julia, una chica gitana que no tiene agua corriente en su casa; a J, el freaky de la Game Boy; y a Joaquín, quien con 42 años es el madurito de la edición.

Pero lo peor de este año no es el cásting. Esta vez hay dos casas. Inicialmente estaban todos los chicos y una chica que su suegra ha descrito como "un poco suelta" y en la otra casa estaba el novio de la susodicha y todas las chicas. Después de la primera semana los chicos eligieron las chicas con las que preferían vivir y ellas hicieron lo mismo. Conclusión: loas cachas modelukis son los guays y los freakys son los pringados. Esto lanza un mensaje nefasto hacia la sociedad: "si eres diferente mereces ser aislado".

Yo siempre he estado a favor de Gran Hermano porque siempre he defendido que los reality shows que aíslan a los individuos del resto de la sociedad son experimentos sociológicos interesantes, aunque no nos engañemos, a mi lo que me gusta es el marujeo. Pero en esta ocasión no me gusta la imagen que el programa está mostrando de la sociedad, porque eso es lo que venden: que Gran hermano es un reflejo de la sociedad actual. Me parece que esta puede ser la edición que consiga desengancharme de este programa, veremos si este año lo consigo...