Los diarios de Carrie, de Candace Bushnell

Como fan incondicional de Sexo en Nueva York, cuando oí que salía una precuela de la vida de Carrie Bradshaw quise leerlo. Sabía que era un libro para adolescentes, pero si me enganché a las sagas de Crepúsculo y Harry Potter, ¿por qué no me iba a gustar Los diarios de Carrie?

Esta obre te cuenta la supuesta vida de Carrie Bradshaw en su último año de instituto. No difiere mucho de lo que hemos visto en numerosas películas norteamericanas de highschools: grupos sociales claramente diferenciados, problemas con las amigas, mentiras a los padres, una hermana pequeña que es una plasta, y, sobre todo, chicos.

Obviamente yo no soy la creadora del personaje de Carrie, pero, si hubiese existido en la vida real, no creo que ella hubiese sido así cuando era una adolescente. Por eso me sorprende que Candace Bushnell no haya sabido retratarla. Quizá la joven Carrie se parece más al personaje que creo Bushnell en la obra que inspiró la serie que en la serie de televisión. Pero si te gusta la serie (es una de esas veces en que me gusta más la adaptación a televisión que la obra original) y te han gustado las películas, te sentirás decepcionada con este libro.

Además, según iba leyendo, había cosas que no concordaban con la serie. ¿Y el final? No voy a revelar nada por si alguien, a pesar de leer esta crítica, se decide a leerlo; pero justo en la última página explica como Carrie y Samantha se conocieron. Creo que es en la primera adaptación a la gran pantalla en la que te explica cómo se conocieron las cuatro amigas y, una vez más, las historias no concuerdan.

Tal y como yo lo veo, se trata de un intento de la autora de seguir sacando rentabilidad al fenómeno Sexo en Nueva York. Quizá este libro funcione en un público más joven. Podría venir bien a chicas de 16-17 años, ya que se sentirán identificadas con los problemas de la protagonista. Pero si tienes más de 18 años y además te gusta la serie, deberías mantenerte alejada de este libro.