martes, 29 de junio de 2010

Estamos en huelga


Viernes 25 de junio: los trabajadores de Renfe se ponen en huelga. Es algo a lo que los viajeros que asiduamente tomamos el cercanías estamos ya casi acostumbrados. De cualquier forma, se respetan los servicios mínimos por lo que, aunque acinados, conseguimos llegar a nuestros trabajos, universidades, etc.

Lunes 28 de junio: los trabajadores de Metro de Madrid se ponen en huelga como protesta a la la decisión de la Comunidad de Madrid de extender la rebaja de sueldos en un 5% de media de los funcionarios a las empresas públicas. En el caso concreto de Metro de Madrid la reducción de sueldo oscilaría entre ese 5% y el 2,15%. Las consecuencias de la huelga en este transporte público, que cada mañana utilizamos dos millones de personas, no se hacen esperar. Apretones, gritos, 10 minutos de espera entre un tren y el siguiente... Aunque tarde, una vez más conseguimos llegar a nuestros destinos.

Martes 29 de junio: el caos se apodera de Madrid. Metro decide cancelar todos sus servicios y cerrar las 294 estaciones de una red que suma 284 kilómetros. Estupendo, la cosa se pone cada día más interesante. Renfe, para cubrir esta carencia pone en servicio más trenes, pero la EMT, que ya tiene en servicio todos sus autobuses no puede hacer frente a esta situación. Y como por desgracia la red de cercanías no cubre todo Madrid, casi todos tenemos que hacer uso del autobús. Las paradas se llenan, los autobuses están a rebosar y ya ni siquiera pueden parar para que suba más gente. La M-30 y la M-40 sufren atascos de decenas de kilómetros porque la gente ha decidido valerse de sus utilitarios para desplazarse.

De momento, mañana día 30 de junio tendremos más de lo mismo: ausencia total de servicios de metro. Y lo peor de todo es que nadie nos garantiza que esto vaya a terminar esta semana.
Como siempre los que pagamos las huelgas somos los viajeros, que a pesar de gastar más de 40 euros al mes en un abono transporte, nadie nos garantiza unos servicios mínimos en el transporte público de Madrid. Supongo que quien más quien menos, todos entendemos que los trabajadores se quieran poner en huelga, es su derecho. Pero, ¿y quién piensa en los usuarios? Deberían garantizarnos unos servicios mínimos. ¿Acaso nos van a indemnizar a los 2 millones de usuarios?No lo creo.

Personalmente, después de haber maldicho a las madres de todos y cada uno de los trabajadores de Metro sólo puedo decir: "Señores políticos hagan el favor de no pedirme más que utilice el transporte público."