Pues bien, como decía es complicado el entretiempo porque uno no sabe muy bien qué ponerse. Lo mismo ves a una que todavía va en tirantes que a otro que ya ha sacado su abrigo. Y claro, uno hace frente a estas rarezas meteorológicas como buenamente puede: cuñas con chaquetas, botas con falda, pañuelos con tirantes… ¿Y qué más da? Parece ser que en el entretiempo todo vale.
Luego está el problema del cambio de ropa de verano por la de invierno. ¿Cuándo es el momento adecuado para hacerlo? Porque claro, ¿para qué quiero yo ahora los jerseys de cuello vuelto? Tampoco hace tanto frío… Pero, por otro lado, tampoco me voy a poner ya los bikinis si me han cerrado la piscina…
Para las que no tenemos un armario-vestidor propio de Carrie Bradshaw y tenemos que hacer malabarismo para conseguir que la ropa de temporada nos quepa en el armario, el momento del cambio de ropa es esencial, porque es también una ocasión perfecta para hacer “limpieza”. Al final tiramos un montón de cosas para buscar una excusa para comprar nueva ropa. ¡Ja! Cómo si nos hiciese falta una excusa…
En fin, una tarde de estás no podré posponerlo más y tendré que ponerme manos a la obra. Ojalá los duendes que viven en mi cuarto y me esconden las cosas cuando las necesito me ayudasen en esta ardua tarea de hacer frente a la nueva estación.
Ánimo en tu limpieza de armario, yo siempre lo pospongo.. tardo mucho por tanto pensar!! :)
ResponderEliminarGracias por seguirme :)
ResponderEliminarbuen blog!!!! este año por fin consegui hacer limpieza en mi armario!! todavia no me lo creo! jajaja
ResponderEliminarbesos!!!
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