Un ejemplo a seguir

Hace poco vi la película de Invictus y me dejó muy impresionada, así que investigué un poco más sobre este fantástico personaje y leí una de sus biografías.

Lo cierto es que Invictus resume bastante bien una parte de la vida de Nelson Mandela, pero yo quería conocer lo que ocurrió antes. Antes de pasar 27 años en la cárcel, antes de ganar las primeras elecciones democráticas de Sudáfrica, antes de ser el primer presidente negro de su país. ¿Había sido un hombre violento en algún momento de su vida?

Madiba (abogado), como le llaman sus seguidores, liberó a Sudáfrica del apartheid impuesto por el Partido Nacional. Pero no fue un camino de rosas. Tuvo que trabajar muy duro, aunque eso le supusiese sacrificar su vida familiar.

Desde muy joven se interesó por la política e ingresó en el Congreso Nacional Africano (ANC), un movimiento que luchaba contra la opresión de los negros sudafricanos. Mandela encontró la inspiración en Gandhi y ejercía la lucha no violenta. Pero el Gobierno respondía con violencia, por lo que se creó el brazo armado del ANC: Umkhonto we Size. Sus acciones se centraban en destruir instalaciones y edificios de valor simbólico o económico, nunca atentaban contra personas.

Viajó por muchos países buscando apoyo y fondos internacionales. A su vuelta fue detenido y condenado a cadena perpetua. La presión internacional comenzó a sentirse: Inglaterra y Estados Unidos cerraban el grifo y el país cayó en la mayor crisis de su historia. Poco a poco el presidente de Sudáfrica fue haciendo algunas concesiones hasta que no le quedó más remedio que desmontar toda su política de segregación racial. En 1990, Nelson Mandela, así como el resto de presos políticos, fue liberado.

En 1994 fue elegido presidente. Y pese a lo que muchos otros en su situación hubieran hecho, Mandela no emprendió una política de "ojo por ojo" sino que sus acciones se encaminaron hacia la reconciliación entre razas. Esto es lo que más admiro de él: su capacidad de perdón. ¿Cómo es posible que después de tantos años de violencia, discriminación y persecuciones les tienda la mano a sus enemigos? Muy pocas personas son capaces de ello. Por esta y por otras muchas acciones pacíficas que han marcado la vida de Nelson Mandela ha sido galardonado con numerosos premios en todo el mundo, entre ellos el Nobel de la Paz (1993) y el Bharat Ratna, el premio civil de mayor prestigio de la India.

Ojalá hubiese más personas como él en el mundo y sobre todo entre los dirigentes políticos. Es un ejemplo a seguir y os recomiendo a todos que, si tenéis oportunidad, leáis alguna de las biografías de la que probablemente sea la figura más importante del siglo XX.