miércoles, 4 de agosto de 2010
Pisando fuerte
Fetichistas, mujeres, niñas que juegan a disfrazarse de sus mamás… Los tacones gustan a todos por igual. Y es que los zapatos de tacón son una pieza indispensable en el armario de toda mujer que se precie: hace más alta, más delgada, más sexy…, y también te da un dolor de pies importante.
Yo soy una amante confesa de los zapatos. Mi madre dice que me los compro sólo para admirarlos, y en parte tiene razón. Porque lo cierto es que ni sé andar muy bien con ellos ni me resultan cómodos, pero… ¡Son tan bonitos!
Lo que me ocurre es que paso por delante de una zapatería y me quedo como embobada. Mi novio, que ya conoce mi adicción a bolsos y zapatos, intenta sin resultado distraerme para que no me dé cuenta de que estamos pasando por una tienda. ¡Iluso! Mi radar interior me avisa, no necesito verla porque mis pies se dirigen inevitablemente hacia la tienda en cuestión. Y me los pruebo todos.
El caso es que cuando te estás probando unos zapatos la frase “Ah, pues son muy cómodos” sale sola de tu boca. Y lo peor de todo es que en realidad lo piensas. También es muy común la clásica: “Lo bueno es que pegan con todo, así que los voy a usar un montón”. Creo que seríamos capaces de decir esto aunque los zapatos fuesen naranjas con manchas de leopardo fucsias. Y es que, por alguna extraña razón, parece que queremos convencernos de que debemos comprarlos, que no hacerlo sería una decisión que afectaría negativamente al resto de nuestra vida.
Una vez comprados los admiro durante una semana entera. Mentalmente intento combinarlos con toda la ropa con la que me quedarían bien, y al final…vuelven a su caja. Y es que, para mí, no hay nada menos sexy que una mujer con tacones con los que no sabe andar, y esa soy yo.
Todos los días me propongo usar los tacones para ir acostumbrándome poco a poco hasta que llegue un día en que andar con ellos sea como ir descalza. ¿Lo conseguiré? ¡Hagan sus apuestas!
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Al final es cuestión de práctica...nadie nace sabiendo caminar con tacones pero cuando empiezan a hechizarte en los escaparates te pones sí o sí a practicar por casa. Un truquillo: empieza con las cuñas y ve subiendo progresivamente la altura de los tacones + finos. venga que seguro que todos esos pares preciosos están deseando que los saques de sus cajas:)un besote!
ResponderEliminargracias manolo o kien sea por inventar los zapatos!!creo q l radar del que hablas lo llevamos todas dentro!!es q son tan bonitos!incluso esperandote en el armario!!claro q en este caso tambien imagina de nuevo a tus piernas convertidas en las de Gissele,pero nada...yo creo q lo importante es participar en su compra!!hip hip!!
ResponderEliminartanta tanta razon a mi me pasa lo mismo y asi como dicen me pondre a practicar total un poco de dolor no es tanto y es una buena paga por usar esos tacones tan hermosos que amamos pero que estan en nuestro armario
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