
La noche del 31 de diciembre todo el mundo hace lo posible por atraer hacia si la buena suerte. Tangas rojos, oro en las copas para brindar, el pie derecho adelantado en la última campanada... Hay mil y una supersticiones para despedir el año y recibir al nuevo con buena suerte y felicidad. En mi casa tenemos rituales propios de personas que se visten con camisa de fuerzas, pero es que mi madre es un poco bruja (pero buena) y bastante supersticiosa.
Cuando empieza a llegar la gente para la cena de Nochevieja, en mi casa se enciende una vela blanca. Esa vela debe estar encendida toda la noche. Cada uno escribe en un papel tres deseos para el año que entra y los guarda hasta el final de la noche. Después de la última campanada, y de todos los brindis, besos y abrazos que acompañan a dicho momento, cada uno quema su papel en la vela blanca. El papel se tiene que quemar entero porque sino no se cumplen los deseos. ¿Qué, alguien había oído hablar de este ritual? Pues en mi casa es tradición.
Sé que en la mayor parte del mundo la gente acostumbra a llevar ropa interior roja para que les de buena suerte. Pero en mi casa, esa noche hay que tener algo verde que te toque el cuerpo. Valen calcetines, ropa interior, pulseras... Mientras te toque el cuerpo vale. Muchas veces se nos olvida ponernos algo de este color así que nos ponemos un trocito de laurel, perejil o algo verde dentro del sujetador o el calcetín. (No digáis que no os he avisado que eramos un poco raritos).
Os animo a que pongáis en práctica mis "hechizos" y a que compartáis los vuestros. A ver si entre todos damos con el truco perfecto para ser todos muy felices el próximo año. ¡FELIZ 2011 A TODOS! Espero que paséis una noche mágica.