Empezamos el nuevo año con nueva ley. Queda prohibido fumar en establecimientos públicos. Esta nueva normativa ha creado gran controversia. Los que más se quejan son los hosteleros, que afirman que su clientela se verá seriamente mermada. Por ello recurren al ingenio para compensar esta ley. Las setas calefactoras que se ponen en las terrazas han sido el regalo estrella estas navidades para los dueños de bares y restaurantes. Algunos además recurren a mantas para que sus clientes no tengan que pasar frío en las terrazas.
He oído decir a mucha gente que está en contra de prohibir. Desde mi punto de vista eso sólo lo dicen los fumadores, porque cuando en Madrid prohibieron el botellón a nadie más de 30 años le importó. Es decir, que a la gente sólo le preocupa que prohíban las cosas que le afectan, no les molesta que coarten la libertad del ser humano en general.
Yo estoy muy contenta con la nueva ley. Es una maravilla poder salir de fiesta y volver a casa sin oler a cenicero humano, porque si yo he decidido no fumar, no sé porqué me tiene que afectar a mí que otros hayan decidido hacerlo. Recuerdo que la 1ª vez que fui a un país donde está ley ya estaba en vigor, creo que fue a Londres, me sorprendió mucho oler a mi después de una noche de juerga.
También agradezco poder comer en un restaurante sin tener que inhalar el humo de cigarros ajenos mientras como. Ya sé que en principio los restaurantes estaban divididos en fumadores y no fumadores, pero alguna vez me ha ocurrido que me han sentado en fumadores por error o porque estaba todo el restaurante lleno.
A pesar de todo me da mucha rabia por los pocos, porque fueron muy pocos, hosteleros que hicieron la inversión el año pasado y aclimataron la zona de fumadores tal y como exigía la ley. Me da rabia porque ellos invirtieron una suma importante de capital y ahora no les sirve para nada. Desde mi punto de vista es a estos pocos a los únicos a los que se les debería permitir que su clientela fumara, ya que han demostrado honradez desde el principio.
Supongo que todos los que seáis fumadores pensaréis que no digo más que tonterías. Pero es lo que ocurre con las leyes controvertidas, que genera multitud de opiniones...
Pues yo tampoco fumo pero la verdad es que me ha parecido un despropósito esta ley. Más que nada por lo mismo que tú dices. Porque fue mucho el esfuerzo el que tuvieron que realizar muchos restaurantes y bares para adaptarse a lo que exigía la ley sólo hace un año. Es que no se aclaran. O han conseguido lo que querían. Que durante un tiempo estemos hablando de esta ley y no de la situación tan mala que vivimos.
ResponderEliminar